Mi primer libro sobre ADOLESCENCIA ya puede encontrarse en todas las librerías y Amazon.
Quien
convive con un adolescente es consciente de lo complicado que resulta acompañar
esta etapa educativa desde la calma y la comprensión. Un período evolutivo
lleno de cambios físicos, psicológicos, cognitivos, emocionales y sociales que
provocan en el adolescente gran confusión e inestabilidad y le hacen actuar de
una forma desajustada e impredecible.
La
adolescencia es una etapa maravillosa a la vez que convulsa repleta de
retos para padres e hijos. Para el adolescente, supone abandonar la etapa
de la infancia, llena de privilegios y pocas responsabilidades, para ir
acercándose a la vida adulta en una sociedad que va demasiado deprisa y en
muchas ocasiones no tiene en cuenta sus necesidades.
Para las
familias, llega el momento de aceptar que su hijo o hija está iniciando un nuevo
despertar a la vida, está construyendo una nueva personalidad y necesita libertad
y autonomía para empezar a volar del nido. Un adolescente que precisa sentir
que sus padres están presentes y disponibles, que conectan con él
emocionalmente y le acompañan sin dramatismos y grandes dosis de sentido común
y del humor.
Para un
padre o una madre no es nada fácil aceptar que ahora su hijo le necesite de
forma tan diferente. Que exija la intimidad que tanto necesita para construir
su nueva identidad y muestre poco interés por compartir todo aquello que le
ilusiona o preocupa como cuando era pequeño. Además, es muy complicado comprender
por qué ese adolescente se muestra tan irreverente, irascible y le cuesta
tanto escuchar las opiniones y los consejos de los adultos que le
acompañan.
A menudo,
los hogares con adolescentes se llenan de riñas constantes, de conversaciones
llenas de reproches y de amenazas sin sentido. De límites no cumplidos y
castigos sin sentido. Unas discusiones que únicamente consiguen llenarnos de
culpabilidad, preocupación e impotencia y que rompen el vínculo entre padres e
hijos.
“El
privilegio de vivir con un adolescente” es un libro dirigido a familias y
docentes que pretende ayudar a mirar esta etapa desde un prisma muy diferente,
eliminando todos los prejuicios que existen en nuestra sociedad ante esta etapa
educativa. Un libro muy práctico y
didáctico que pretende regalar muchas estrategias para poder educar al
adolescente desde el afecto, la empatía y el respeto, pilares de la educación
positiva.
Un
manual que trata temas tan importantes como la comunicación, la resolución de
conflictos, la gestión de emociones, el establecimiento de límites, la
formación de la autoestima o el uso del móvil y las redes sociales. Que propone
ejercicios que ayudaran a las familias a consensuar normas y límites, a
conversar desde la serenidad y a entender todo aquello que experimenta su hijo
o hija adolescente.
El libro
tiene como objetivo ayudar a padres y docentes a dar respuesta a las nuevas
necesidades del adolescente desde la comprensión y el amor incondicional.
Enseñar como acompañarlo cuando muestra tantas dificultades para hacer frente a
la frustración, reconocer sus errores y mostrarse reflexivo. Cuando no sabe
modular correctamente las emociones, falta el respeto o reclama su espacio con
mucha insolencia e indiferencia.
Un libro
que nos remarca la importancia que tiene que el adulto siga siendo el pilar
donde el adolescente pueda apoyarse cuando su mundo se tambalea, cuando las
cosas no le salen como él espera, cuando se siente perdido y muerto de miedo.
Ese refugio al cual siempre pueda ir para sentir el afecto y la aprobación que
tanto necesita sin sentirse cuestionado o etiquetado.
“El privilegio de vivir con un adolescente” pretende potenciar la reflexión y hacer consciente a su lector que el adolescente necesita a su lado un adulto paciente que entienda lo que le sucede, que atienda sus demandas, que le escuche sin cuestionarlo. Que acompañe con afecto los momentos en lo que se siente más ansioso, triste o lleno de incertidumbre.
Un adulto que le
muestre su mejor versión y le sostenga cuando se sienta vulnerable o
desbordado, que le permita ser tal y como es sin sobreprotegerle o exigirle
cosas para las que aún no está preparado. Que le muestre la manera de descifrar
el torbellino de sentimientos que experimenta, que le diga a diario que sigue estando
a su lado sin condición, que le regale muestras de cariño.