- ¿Por qué lo preguntas?
- Porque hay días que no me siento afortunado.
- A mí a veces también me pasa.
- Es que hay veces que me siento triste, que parece que todo vaya a salir mal.
- ¿Sabes una de las claves para ser feliz?
- Dime mamá.
- No centres tu vida en preocuparte por lo que pasará, empieza a disfrutar de este momento, de este preciso instante. Para ser feliz, intenta siempre hacer lo imposible.
Me ilusiona que mis hijos hagan preguntas de esas que yo considero enormes. Que se planteen el porqué de las cosas y sobre todo, el porqué de una emoción. Durante muchos siglos, los grandes pensadores han intentado definir el concepto de felicidad, el fin último, la meta de todo ser humano. Muchas son las discrepancias que han aparecido a la hora de explicar el término pero en lo que sí han coincidido es en afirmar que la felicidad es una actitud, la capacidad de saber ver y valorar las cosas buenas que tenemos a nuestro alcance.
Podría engañar a mi hijo y decirle que siempre soy feliz pero no le diría la verdad. Con el paso del tiempo te das cuenta de que en muchas ocasiones no has encontrado la felicidad por buscarla en un sitio, con una actitud o con un término inadecuado. Me he empeñado a sentir que llegaría dependiendo de la actitud de los otros, de todo lo que conseguiría o fuese capaz de ganar.
Lo que sí puedo explicarle y pedirle a mi hijo es que luche junto a mí para que cada día sea extraordinario, para que cada nuevo jornada tenga el máximo de color. No será fácil, pero prometo no bajar los brazos.
No existe la fórmula, la prescripción o el método para conseguirlo. En la mayoría de las ocasiones está justo delante nuestro pero no sabemos apreciarla. Eternos insatisfechos, ambiciosos, descontentos, cualquier excusa es buena para dejar de sonreír. En la mayoría de ocasiones no hemos sido educados para aprovechar las oportunidades que nos regala la vida.
Hijo, la felicidad no consiste en obtener lo que deseas sino en saber apreciar lo que ya tienes. Para mí la felicidad es intrínseca y cuando no la logramos, es porque no sabemos conectar con ella. Vivir feliz es vivir como si fueras a morir mañana, con la máxima intensidad. Recuerda que la felicidad te exigirá ser creativo y curioso, exigente y prudente, honesto y humilde pero sobre todo valiente.
La felicidad debe aprovecharse en el momento que se presenta, en el detalle que crees que es insignificante pero que realmente te colma de bienestar. Un beso, un abrazo, la lectura del cuento de la noche, un "gracias" de alguien al que quieres o un "creo en ti", te puede hacer infinitamente feliz.
Ser feliz es seguir cuando crees que no puedes más y conseguir lo que te hayas propuesto, cuando no renuncias a nada, cuando te crees capaz de todo, cuando apuestas sin miedo a perder. Recuerda que si no empiezas no acabarás, si no vas no llegarás nunca, si no eres no estarás.
Para ser feliz aprende a disfrutar plenamente de todo, quiere lo que seas y lo que hagas. Aprecia lo que tienes e ignora lo que te falta, exige poco a los otros y piensa que nada es demasiado importante. Siente sin filtros, ama sin reproches, ríe hasta que no poder más, escucha a los que quieran enseñarte, sé agradecido.
Busca cada día buenos momentos, expresa lo dichoso que eres, enumera todo lo bueno que tengas a tu alrededor. Escribe largas listas por lo que puedes dar las. Recuerda siempre que la felicidad no es el destino al que haya que llegar sino el camino, la mejor manera de viajar.
Tú siempre serás el único que puedes decidir si quieres o no ser feliz.
Sònia,
ResponEliminaun regal sensacional de dilluns al matí. Gràcies pel teu escrit.
Moltes gràcies Laia Pineda m'alegro molt que t'hagi agradat!!
ResponEliminaUna forta abraçada
Es la primera vegada que entro al teu blog pero se que no será l'ultima..
ResponEliminaM'agrada sapiguer que L'ariadna te de referent a una persona amb tant de sentiment...
Moltes gracies
Moltes gràcies Núria tot un plaer que hagis entrat!!
ResponEliminaprecioso, un placer haberte leído porque escribes de manera tan acertada que haces que lo podamos sentir!! yo tb repetiré,
ResponEliminaun abrazo
Qué bonitas reflexiones, un placer leerte. A mí también me gustan las preguntas "complejas" de mis hijas y trato de disfrutar con ellas de cada momento. Sí, supongo que eso es la felicidad. Un abrazo
ResponEliminaGran post! Me ha encantado cada una de las reflexiones, además de compartirlo casi todas ellas; para mí, que la vida me ha dado unos buenos palos, la felicidad es ante todo una actitud hacia lo que eres y lo que te rodea y ese disfrute de lo que tienes...
ResponEliminaMuchas gracias, un abrazo
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