Qué difícil es en ocasiones comprender a nuestro hijo o hija adolescente. Entender sus salidas de tono, sus conductas arriesgadas, su apatía ante las cosas. Su falta de compromiso para cumplir con sus responsabilidades, su rebeldía y su imperiosa necesidad de probar de forma casi constante los límites y saltarse las normas. Que complicado es acompañarle desde la calma, hablar sin tener que discutir y dar respuesta a sus nuevas necesidades. Aceptar que haya crecido casi sin darnos cuenta y que necesite empezar a volar dibujando su propio camino sin ir de nuestra mano.
Recuerdo que la mayor parte de mi adolescencia sentí que muy poca gente me entendía y podía acompañar con serenidad todas las emociones que me recorrían por dentro. Unos sentimientos que me producían mucha inseguridad y me hacían sentir muy vulnerable. Únicamente en mi grupo de iguales sentía la libertad de comportarme tal y como era, de expresar aquello que me molestaba o me inquietaba y de compartir todos mis dudas o miedos.
Fueron unos años convulsos, repletos de meteduras de pata donde necesité tiempo para aprender a dominar mi frustración, para saber identificar mis emociones, ponerles nombre y gestionarlas correctamente. Mis padres siempre estuvieron a mi lado ofreciéndome su ayuda y apoyo incondicional lo mejor que supieron.
La adolescencia es sin duda la etapa más desafiante para la crianza. Un período convulso que a menudo a las familias nos desconcierta y nos exige nuestra mejor versión. Un período en el que no es fácil sintonizar con lo que viven y sienten que nos provoca un sentimiento de culpa e impotencia y nos llena de dudas.
Ahora que soy madre de dos adolescentes, intento entender por qué mis hijos a menudo viven entre extremos y se muestran irascibles, tristes o ausentes sin tener un motivo aparente. El carrusel de emociones y estados de ánimo por el que transitan, la intensidad con a la que sienten y la dificultad que tienen para leer correctamente todo aquello que pasa a su alrededor.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.