!Mamá! no puedo más.
Un poquito más, lo estás haciendo fenomenal.
¿Y llegaremos a la fuente que sale el agua fría?
! Helada ! Nos daremos un buen remojón. Verás cómo te gusta el paisaje que se ve desde allí.
! Mamá ! es que no puedo más.
Cambia el desarrollo de tu bicicleta y será mucho más fácil llegar. Te prometo que merecerá la pena.
Ya casi estamos, ya veo a Pol y papá.
! Debes estar muy orgulloso de tu esfuerzo!
Un poquito más, lo estás haciendo fenomenal.
¿Y llegaremos a la fuente que sale el agua fría?
! Helada ! Nos daremos un buen remojón. Verás cómo te gusta el paisaje que se ve desde allí.
! Mamá ! es que no puedo más.
Cambia el desarrollo de tu bicicleta y será mucho más fácil llegar. Te prometo que merecerá la pena.
Ya casi estamos, ya veo a Pol y papá.
! Debes estar muy orgulloso de tu esfuerzo!
Mis
hijos esperan el fin de semana para poder compartir con papá y mamá una de las
actividades que más les hacen feliz: hacer deporte. Salir
en bici, nadar juntos, escalar, un partido de pádel o futbol, realizar una emocionante
excursión, cualquier motivo es bueno para compartir un tiempo en familia y
potenciar la práctica deportiva.
En
la sociedad actual, el ejercicio físico no siempre recibe la atención que se
merece. Numerosos estudios alertan de las pocas horas que los niños dedican a
realizar actividades físicas y el sedentarismo aumenta; demasiadas horas
sentados mirando la TV o jugando a la consola. El porcentaje de niños obesos aumenta año tras año en nuestro país, España es el tercer país europeo con más niños con problemas de sobrepeso.
Todos los padres conocen los beneficios físicos, psicológicos y sociales que comporta la práctica deportiva en el desarrollo de sus hijos, pero muy pocos platean dicha práctica como una actividad que se puede realizar de forma conjunta. No podemos limitarnos a acompañar a nuestros hijos a sus entrenamientos o irlos a ver a su competición. Debemos convertirnos en el mejor estímulo y ejemplo para ellos, actuando como modelos de padres y madres con estilo de vida saludable y activo. Si nos ven hacer deporte ellos también querrán ser como papá y mamá; !corredores, nadadores o ciclistas!
Todos los padres conocen los beneficios físicos, psicológicos y sociales que comporta la práctica deportiva en el desarrollo de sus hijos, pero muy pocos platean dicha práctica como una actividad que se puede realizar de forma conjunta. No podemos limitarnos a acompañar a nuestros hijos a sus entrenamientos o irlos a ver a su competición. Debemos convertirnos en el mejor estímulo y ejemplo para ellos, actuando como modelos de padres y madres con estilo de vida saludable y activo. Si nos ven hacer deporte ellos también querrán ser como papá y mamá; !corredores, nadadores o ciclistas!
Realizar actividades físicas juntos despertará el interés de nuestros pequeños por el deporte y será una manera magnífica de estrechar los vínculos familiares y transmitir valores. El primer objetivo de la práctica conjunta debe ser pasarlo bien. Busquemos actividades atractivas y motivadoras para todos los miembros de la familia. Jugar, estar activos, divertirse, aprender, conocer nuevos lugares, serán los objetivos a perseguir. El objetivo no es ser un campeón sino disfrutar en familia.
Los deportes ofrecen momentos únicos
y divertidos para compartir valores que durarán por vida. Perseverancia,
esfuerzo, aprender a trabajar en equipo, a tener tolerancia a la frustración, a
ser honestos y solidarios. Aprender a perder o ganar, a seguir las normas de un
juego y conseguir una imagen positiva de uno mismo.
Experimentemos hasta que encuentren
el deporte o actividad física que más les guste, en la que demuestren más
habilidades o se sientan más motivados, ayudémosle a conseguir sus objetivos.
Integremos la actividad física a nuestro día a día.
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