dilluns, 3 d’octubre del 2016

HIJO, LIDERA TU VIDA

- ¿Tú siempre sabes lo que quieres?

- A veces no.

- ¿Y cómo decides hacia dónde ir?

- Atreviéndome a probar.

- ¿Y no te da miedo tomar el camino equivocado?

- No, lo único que me preocupa es no ponerme a caminar.

- ¿Y si a los otros no les gusta lo que has decidido?

- Tú debes ser el único encargado de dibujar tus sueños, los demás sólo deben decidir si quieren o no acompañarte en el camino.

No hemos sido educados para decidir. Perdemos infinidad de tiempo dudando, sintiendo pudor a la hora de tomar decisiones, postergando. Evitamos tambalearnos por miedo a perder el equilibrio, relegando lo importante para mañana. Todo debe ser perfecto, estar controlado, ser entendible. Agotamos gran parte de nuestra energía esperando aprobaciones,  mostrándonos incapaces de diseñar cómo queremos que sea nuestra vida por miedo al fracaso, por sentir que nunca es el momento adecuado, por esperar el momento perfecto. Los momentos de transición nos llenan de pánico.

Nuestra incapacidad de liderar nos mantiene estáticos, nos paraliza, nos mata poco a poco. Nos hemos acostumbrado a vivir en blanco y negro, rechazando la incertidumbre. En los momentos importantes nos mostramos incapaces de dar el primer paso, aquel que nos acerca al abismo pero que a la vez es el único capaz de sacarnos de nuestro letargo. Esa decisión que nos obliga a actuar, a tomar decisiones, a innovar.

En las escuelas debería existir una materia que nos enseñase a liderar, a capitanear nuestras vidas. Deberían educarnos en la valentía, en apostar por lo que te llena de verdad, en la determinación. Enseñarnos a no creer en las autojustificaciones que nos privan de dar el salto, en las excusas que otros inventaron. A priorizar con calma y reflexión, a decidir cuales son nuestras preferencias, a descartar las rutinas que nos matan poco a poco, a eliminar los miedos impuestos.

Ojalá seamos capaces de educar a nuestros pequeños a ser curiosos, a elaborar sus propias instrucciones, rediseñado los mapas siempre que sea necesario, siendo los únicos protagonistas de su aventura. A buscar nuevas  formas de hacer, sentir, pensar y emocionar con coraje, sin miedo a la autocrítica, al error. Aprendiendo a ser permeables, flexibles, creativos y adaptables.

Priorizando las preguntas ante las respuestas, escuchando a los valientes, transformando la emoción en acción. Dejando atrás las viejas costumbres, la pereza, los prejuicios. Estando dispuestos a dar soluciones, ofrecer ayuda, a confiar aunque los otros no lo hagan.

Tocará tener paciencia, mostrar confianza ante lo desconocido, ser consecuente con nuestras elecciones. Aprender a escuchar al alma cuando te desafía, entrenar nuestras fortalezas, mejorar las debilidades. Liderar supondrá hacer cosas que cuenten, que nos hagan sentir vivos, entregarse sin excusas. 

Hijo nunca olvides que a la hora de liderar lo importante no es estar preparado sino dispuesto.

4 comentaris:

  1. Liderar y oratoria, deberían ser nuevas asignaturas para la vida. Porqué quién sabe a qué futuras profesiones van a tener que "enfrentarse" nuestros pequeños fuera de los estándares de hoy en día.

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  2. ¡Qué buenos consejos! Ojalá podamos seguirlos y enseñar a nuestr@s hij@s a que encuentren su camino. Me gusta leerte. Saludos de una lectora, madre, periodista, deportista y equilibrista.

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    1. Muchas gracias, ojalá seamos capaces de ponerlo en práctica

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