Sònia

Sònia

diumenge, 13 de novembre del 2016

HIJO, QUIÉRETE MUCHO

- ¿Tú siempre te gustas cuando te miras al espejo?

- No siempre.

- ¿Y qué haces cuando eso pasa?

- Averiguar cómo puedo cambiarlo.

- ¿Y si a los demás no les gusta el cambio que tú decides hacer?

- Sólo yo tengo el poder de decidir quién quiero SER.

Lo mejor que puedo enseñarle a mi hijo es a QUERERSE MUCHO. Sin reproches, excusas, ni desprecios. A mirarse al espejo con valentía, sin críticas despiadadas, etiquetas o  justificaciones.  A reflejarse en él sin complejos, sin limitaciones, sin pretender ser algo que no siente. A prohibirse verse pequeño, a aprender a quererse con avaricia, con cariño, aceptando las cicatrices que en ocasiones la vida regala.

A hablarse con palabras bonitas, con dulzura, sin engaños, sin encogerse cuando las cosas se empiezan a tambalear. A mirar bien adentro, a conocerse sin miedo al ridículo, a desafiar a los que no crean en él. A creer en él exprimiendo cada experiencia sin olvidar NUNCA que a la única persona que no debe defraudar es a ÉL MISMO.

A quererse sin condición, a valorar cada batalla ganada, a nadar a contracorriente cuando sea necesario, a PISAR sin miedo. A esforzarse aunque duela, sin mediocridad y paciencia. A sentirse INMENSO en cada amanecer, a sorprenderse a diario, a cambiar las circunstancias cuando haga falta. A vivir sin copiar, sin reproducir como otros viven. A no cansarse jamás de trabajar por aquello que le hace emocionar aunque los demás no lo entiendan.

Le entrenaré a diario a tratarse con RESPETO, a ser amable con sus imperfecciones, a saber que tiene derecho a sentirse frágil o vulnerable. A permitirse titubear, a no verlo claro, a aprender a pedir ayuda sin pudor al qué dirán. A ser irreverente con los que no se atreven, a no pedir permiso ni licencias, a ser siempre la mejor VERSIÓN de él mismo.

Le ayudaré a BUSCAR su potencial sin pereza, a amar sus rarezas, a creer en sus capacidades. A valorar cada pequeño paso, a ver en las dificultades una nueva oportunidad, a no postergar el cambio cuando haga falta. A tomar las riendas de su vida, a VIVIR COMO SUEÑA, a no acumular tareas pendientes, a no esperar aprobaciones.

Le acompañaré hasta que se convierta en su MEJOR compañero de viaje, su gran aliado. Hasta que sea fiel a sus valores, auténtico, convirtiéndose en su mejor visionario, sobresaliendo de él mismo sin sucedáneos. A vivir con coraje, a alejarse de los que no suman, a apostar a fuego por cada uno de sus retos. A SABER que merece todo lo bueno que les ocurre.

Con ternura y afecto le recordaré a diario que me gusta por lo que ES y NO por lo consigue, por lo que significa en mi vida, asegurándome que sabe que CREO ciegamente en él. Sin transmitirle mis dudas o miedos, sin que le ahogue mi exigencia, dejando que se caigan y se enfrente a sus retos. Potenciando más que frenando, dándole tiempo para estar preparado, enseñándole a SOÑAR GRANDE.

Hijo,  aquel día en el que sientas que te QUIERES SIN CONDICIÓN estarás preparado para hacer que las cosas sucedan, para conseguir propósitos fascinantes, para hacer mucho ruido y ser gigante. No olvides nunca que no hay nadie como TÚ.


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