Sònia

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dilluns, 7 de març del 2016

12 COSAS QUE TODA MADRE DEBERÍA SABER

- Perdona mamá pero estás insoportable.

- He tenido un día horrible.

- Ya,  pero yo no tengo la culpa.

- En eso tienes razón pero yo también tengo derecho a tener un día gris, ¿no crees?

- Tienes razón, tú conmigo tienes mucha paciencia.

- Hagamos una cosa.

- Dime mamá.

- Volvamos a empezar.

Soy mamá y tengo derecho a equivocarme. Además en ocasiones pierdo los nervios, me agria el humor ir siempre con prisas y echo de menos mi vida anterior. Aquella donde no tenía que dar explicaciones a nadie, entrenaba a horas racionales, viaja con una sola maleta y dormía del tirón. Aquella donde podía leer en silencio, elegir sin quejas el canal de TV o quedar con una amiga sin mirar el reloj.

Tengo derecho a quejarme, a agobiarme por no tener tiempo para mí, a desear desaparecer algunos momentos huyendo de cualquier obligación. Tengo derecho al pataleo, a aprender por ensayo-error, a no tener siempre una respuesta, a desear que hagan las cosas a la primera, a no querer oír peleas constantes y anhelar no tener que pedir varias veces que recojan la habitación.

Nadie me explicó antes de ser mamá que mi vida no volvería a ser la misma, que la maternidad es una carrera de fondo, que debería ser muy paciente para ver resultados, que me tocaría siempre estar al pie del cañón. Nadie me contó que no existían fórmulas mágicas que me ayudasen a educar sin problemas y que ejercer de mamá me exigiría tener diario un depósito de paciencia extra para no acabar estallando. Que sentiría en ocasiones que únicamente sobrevivo entre tanta ocupación, que batallaría a diario con mil y un imprevisto y me tocaría ansiar una real conciliación.

Ojalá las madres REALES me hubieran explicado:

- Que mis hijos no necesitan una madre PERFECTA, sólo alguien que les quiera sin condición.

- Que la MAYORÍA de ocasiones muchas madres ÚNICAMENTE comparten la parte positiva de su maternidad y el lado oscuro lo guardan en un cajón.

- Que tengo derecho a la QUEJA, a sentirme agotada, a pedir tiempo para mí, a no permitir que las obligaciones me anulen.

- Que puedo sentir MIEDO, incertidumbre, tener dudas, perder la brújula algunos instantes, necesitar respirar hondo cuando las cosas se empiecen a torcer.

- Que no debo vivir en una eterna CULPA por lo que hago o por lo que dejo de hacer.

- Que las decisiones EQUIVOCADAS nos harán más fuertes a todos y el error será la mejor manera de aprender.

- Que debo valorar el PROCESO y no el resultado porque el camino diario es lo que nos hace realmente feliz.

- Que debo aprender a RELATIVIZAR los problemas que vayan surgiendo en la educación de mis pequeños con grandes dosis de humor.

- Que puedo pedir AYUDA tantas veces como lo necesite y eso no me hará más débil sino que me permitirá ser mucho mejor.

- Que JAMÁS debo pedirles algo que yo NUNCA he sido capaz de conseguir.

- Que las soluciones rápidas, empaquetadas, las recetas de otras mamás, NO SIRVEN con mis hijos, sólo yo sé lo que les hace o no feliz.

- Que la ADVERSIDAD es parte de sus vidas así que la mejor forma de quererles es dejarles caer, errar y volver empezar.


9 comentaris:

  1. WOOOOW qué bien lo has descrito, totalmente de acuerdo. Deberíamos de grabarnos en la cabezota todas estas cosas para poder disfrutar más del día a día... la responsabilidad a veces es muy cruel. Me ha gustado tu post y me siento identificada. Un beso

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  2. Cuánta falta hacen declaraciones como ésta. Para enmarcar!!

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  3. Casi lloro al ver que hay más como yo. Anim

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  4. Sonia, una entrada increíble! Me has dejado con lágrimas en los ojos porque creo que es la mejor descripción de lo que he sentido y siento tantas veces!
    Un abrazo.

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