Sònia

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dilluns, 1 de juny del 2015

MALASMADRES EN BARCELONA

En muchas ocasiones, no hace falta hablar para expresar lo que uno siente. Una mirada, un abrazo o una sonrisa pueden llegar a revelar infinidades de emociones. Hay personas que, nada más conocerlas, te das cuentas que con ellas nunca hará falta disimular tus defectos, que te provocan la imperiosa necesidad de comportarte tal y como eres. Ritmos pausados, sin apariencias ni méritos. Un tú y un yo, donde las cosas fluyen. Parejas de bailes sin pisotones.

Hace unos días me propusieron presentar el libro de Laura Baena, Soy buena malamadre. Un manuscrito que había devorado a los dos días de tenerlo en mis manos. Regalo de mis #buenoshijos para el día de la madre. Aún sonrío cuando tuve que disimular en la librería haciendo que no veía que lo compraban y escuchaba como le explicaban a la dependienta que su mamá conocería a su autora en unos días y le dedicaría el libro. 

Al instante de que las hermanas Baena me propusiesen que fuese yo la encargada de presentar el libro en la ciudad de Barcelona, me invadieron muchos interrogantes. ¿Cómo puedes querer a alguien que ni siquiera conoces? ¿qué te lleva a confiar ciegamente en un proyecto que sólo conoces a través de las redes sociales? ¿de qué manera podría agradecerles que siempre confíen en mi trabajo sin corregir una coma? ¿cómo gestionar el cóctel de emociones que te produce presentar un libro de una persona a la que acabas de conocer?

Con el paso de los días y tras pasar unas cuantas tardes ante un folio en blanco, un comentario del #buenpadre me hizo entender que sólo debía expresar lo que realmente sentía por el Club. Soy de las personas que piensan que nada pasa por casualidad y el club llegó a mi vida justo cuando lo necesitaba. Al momento me di cuenta de lo fácil que es hablar de un proyecto en el que crees firmamente, en el que admiras la capacidad de trabajo que tiene su creadora y en el que intentas colaborar de la forma más profesional posible.

La parte más fácil fue presentar a Laura, una de las mujeres más trabajadoras y valientes que conozco. Una publicista malagueña que un día decidió liderar su vida y se atrevió a soñar grande. Mujer emprendedora, osada e intrépida, que aparcó su carrera profesional para crear una comunidad que diese voz a miles de mamás. Madres actuales, con poco tiempo, mucho sueño, alergia a la ñoñería y con ganas de cambiar el mundo. Mujeres con ganas de compartir los sinsabores de la maternidad sin tapujos ni disimulo, sin ganas de ser perfectas, a las que el disfraz de madre que existía hasta ahora se les queda pequeño, les ahoga e incomoda.

Quién no acaba de entender la filosofía del club no entiende que las #malasmadres consideramos que ser madre es sin duda el mejor oficio del mundo, el único que te ayuda a ser mejor persona y te hace desaprender a diario. Madres que mueren por sus primogénitos pero que a la vez exigen su tiempo para crecer, para emprender y para ser ellas mismas. Madres con ganas de aprender a serlo a la vez que sus hijos también lo hacen.

Laura, con su club, nos ha quitado el miedo a expresar todo aquello que sentimos en el único oficio del mundo donde antes te otorgan el título y luego cursas la carrera. Una carrera llena de dudas, culpas, miedos y complejos que debes cursar en una sociedad exigente que no te perdona ningún fallo y te pide siempre estar al pie del cañón.

El Club de las Malasmadres aboga por un nuevo tipo de maternidad. Un club que da voz a toda aquella mamá que se le quiera acercar, donde respeta todos los modelos de maternidad. Un club que denuncia, con su proyecto Concilia13F, la condiciones en las que viven la mayoría de las #malasmadres trabajadoras de nuestro país y que, de forma muy valiente, se compromete a trabajar para buscar soluciones de mejora.

Y llegó el día de la presentación y tras los nervios iniciales, todo fluyó como había esperado. Trabajar junto a Laura es sumamente fácil. De nuevo confió en mis palabras y yo disfruté a su lado. Nunca perdió su sonrisa, su magia, su tempo. Los minutos que robamos para conocernos fueron mágicos. Confidencias entre pasillos llenas de complicidad. Dos presentaciones llenas de hechizo.

Y me fui a casa sin la firma de Laura, sin duda buscaremos el mejor momento para ello.




8 comentaris:

  1. Qué bonito el comienzo de este post. Es la definición de amistad más bonita que he leído nunca.

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    1. Muchas gracias Valentina Mamá, con Laura todo es muy fácil

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  2. Jajajaja.No puedo creer que te fueses sin su firma.Creo que la firma te la llevaste en el corazón.
    Simplemente genial.Creo que las dos soys un buen equipo ;)

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    1. Ja ja me fui sin ella pero con una complicidad enorme. Sin duda ha sido una gran experiencia.

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  3. Que texto tan bonito. Enhorabuena a las dos por esa amistad.

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    1. Muchas gracias fue muy curioso presentar un libro de alguien que acababas de conocer.
      Un abrazo

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  4. Fue una presentación muy bonita, con nervios y todo! Yo doy fe ! 👍👏👏
    Saludos

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  5. Elisabeth Macias muchas gracias, me alegro mucho que te gustase!!

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