Sònia

Sònia

divendres, 3 de juliol del 2020

EDUCAR ante la MUERTE

 

-       ¿Qué haces tú cuando le echas tanto de menos?

 

-       Intento recordar qué era lo que más me gustaba de él.

 

-       ¿Y eso te hace estar menos triste?

 

-       Eso me ayuda a saber lo importante que era para mi.

 

-       No puedo creer que ya no esté con nosotros.


 

Sin duda de la peor forma que la pandemia ha castigado a miles de familias en nuestro país ha sido con la muerte. Una cifra espeluznante de fallecidos que ha inundado los hogares españoles de tristeza y desolación.

 

Una crisis sanitaria que ha privado a muchas familias de poder acompañar a sus seres queridos hasta el último aliento, de decir adiós de forma consciente. Duelos silenciosos y a distancia que han hecho muy, muy difícil decir adiós.

 

Pérdidas en un contexto totalmente extraordinario, sin funerales ni velatorios, un duelo sin duelo. Despedidas sin besos, abrazos ni palabras que acompañen, sin seres queridos que sostengan.

 

La muerte es parte ineludible de la vida pero eso consuela muy poco. Nadie está preparado para perder a alguien al que quiere, al que necesita a su lado, al que admira de esta forma tan inhumana. Miles de niños han perdido a sus queridos abuelos sin entender bien como este virus se los arrebataba.

 

Educar ante la muerte pertenece a la vida, es parte imprescindible de ella. Pero que complejo es hacerlo cuando esa persona que se ha ido era parte de ti. Nuestros hijos van a necesitar  que hablemos de la muerte sin rodeos, que les enseñemos a enfrentarse a ella con naturalidad poniéndole nombre a todos los miedos que vayan apareciendo.

 

¿Cómo podemos acompañar a nuestros pequeños ante la pérdida de un ser querido ?

 

1. Expliquemos a nuestros hijos la muerte de su ser querido sin mentiras o rodeos que confundan, asegurándonos que entienden que la pérdida es irreversible. Utilicemos un lenguaje sencillo que ayude a comprender, mostrémonos disponibles a dar respuesta a todos los interrogantes que les vayan surgiendo.

 

2.  Acompañemos con grandes dosis de dulzura y comprensión. Creemos un ambiente seguro entendiendo la ira, los silencios, las somatizaciones o posibles retrocesos. Seamos muy conscientes en la fase del duelo por la que transitan nuestros pequeños.

 

3. Facilitemos espacios donde compartir todos nuestros sentimientos en familia, donde se de licencia a poder exteriorizar todo lo que nos corre por dentro. Lloremos juntos, compartamos nuestras dudas y desolación, legitimemos cada una de las emociones que vayan apareciendo.

 

4. Recordemos a la persona que hemos perdido sin miedo a sentir. Hablemos con naturalidad de lo mucho que le echamos de menos, de todo lo que nos aportaba en nuestra vida.

 

5. Organicemos la ceremonia de despedida que el confinamiento nos robó. Un momento para poder compartir con amigos y familiares toda nuestra pena y dolor, para cerrar el duelo.

 

6. Creemos en casa el “rincón del recuerdo” que nos permita despedirnos de nuestro ser querido con calma. Animemos a nuestros hijos a elaborar un álbum de fotografías o una caja de recuerdos. A escribir una carta de despedida, a dibujar todo lo que sienten en el corazón.

 

7. Aceptemos los ritmos de aceptación de la pérdida, la forma de reaccionar ante ella, la manera elegida para decir adiós.

 

8. Pidamos ayuda a profesionales cuando veamos que el proceso de duelo se alarga, cuando no seamos capaces de aceptar lo ocurrido o el sentimiento de culpa no nos deje avanzar.

 

9. No dejemos de repetirles que el paso del tiempo nos ayudará a sentirnos mejor, a mitigar el dolor tan intenso que ahora sentimos. Utilicemos cuentos que ayuden a entender, compartamos juegos que les hagan sentir que les acompañamos sin condición.

 

10. Aprovechemos esta pérdida para darle más valor si cabe a la vida, para aprender a apreciar lo mucho que tenemos, para ser capaces de disfrutar de la pequeñas cosas.

 

El tiempo nos enseñará a aceptar la pérdida sin enojo, a ponerle una sonrisa al recuerdo. Quizás es un buen momento para ponerle nombre a una estrella del firmamento.