“Avis” y “yayos” así decidió Pol llamar a sus abuelos para diferenciarlos.
Abuelos que adoran a sus nietos, nietos
que enloquecen con sus abuelos. En casa el jueves es día de abuelos; comida en
casa de la yaya que prepara deliciosas lentejas
y tarde con los “avis” de Barcelona que ,desde la llegada de Pol ,dedican ese día
a sus nietos. Tarde de chuches y caprichos varios, yo sonrío y hago no verlo.
Nunca olvidaré la cara de mis suegros y mis padres cuando les comunicamos
que serían abuelos. La noticia les colmó de felicidad y la invitación a la
primera ecografía fue para ellos un regalo. Recuerdo el silencio sepulcral que
se hizo mientras escuchaban el corazón de su primer nieto. A medida que mi
barriga crecía la emoción iba en aumento, mil y un consejo que ahora me sirven en cada momento. Me cuidaron y mimaron como nunca, sufrieron en silencio el miedo al parto, lloraron al tener a sus nietos por primera vez en brazos.
La llegada de Pol cambió sus vidas y la de Xavier les rejuveneció de nuevo.
Tenemos la gran suerte de tener unos excelentes abuelos, ellos siempre han estado y están cuando los necesitamos. Hemos intentado que los abuelos no sólo
sirviesen como simples cuidadores cuando nosotros no estamos, hemos pretendido que se sintiesen valorados y hacerles partícipes en la educación de sus nietos.
Buscar el equilibrio para que sus mimos y regalos no pasasen de la raya, para marcar juntos normas coherentes.
Los abuelos son los mejores transmisores de experiencias
y valores, explican maravillosas historias de su infancia. Representan el mundo de los sentimientos y los recuerdos. Los abuelos disfrutan al máximo
del tiempo pasado con ellos, también padecen
el doble. Aún recuerdo como sufrían cuando se negaban a acabarse el biberón o
se hacían sus primeros rasguños.
Abuelos que acompañan y apoyan en todo lo necesario, que
aman de forma incondicional. Los mejores transmisores de la historia y la
tradición familiar y ayudan a sus nietos a construir su propia historia. A los
peques les encanta que les expliquen cómo fue la infancia de sus
papis. Los abuelos contribuyen a reducir la distancia afectiva entre
generaciones.
Los abuelos poseen un gran tesoro que es el tiempo.
Tiempo para escuchar, para explicar, para jugar, para pasear, pintar y dibujar,pero sobre todo,
para mimar. Tiempo para enseñarles a jugar al ajedrez, para inventar mil y una
historia antes que se vayan a dormir, tiempo para instruir.
Posen la paciencia para enseñar y explicar. Compartir
tiempo con sus nietos les renueva, les hace sentir más jóvenes, importantes, sentirse vivos.
Los abuelos aman, colman de ternura y protegen.
Complicidad. Emoción. Añoranza. Recuerdos. Sueños.Confidencias.Nietos que tras dos años de la ausencia de su abuelo aún
lloran su pérdida. Recuerdan las tardes de pesca y helado.
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