- ¿No crees que es responsabilidad de todos cuidar de él?
- Ummm, sí tienes razón.
- No creo que sea un esfuerzo excesivo cuidar de algo que disfrutamos a diario, ¿no?
- No además a mí me gusta cuidar de él, es hasta divertido.
- Es responsabilidad de todos asumir el compromiso de respetar y cuidar de nuestro entorno. Vivir en un entorno bien conservado nos hace vivir más felices.
Tuve la suerte de ser educada en el respeto del medio ambiente. Recuerdo que fuimos una de las primeras familias de Barcelona en empezar a realizar la clasificación de residuos en casa hace ya más de 20 años. También recuerdo como mis padres debían justificar muy a menudo, a vecinos y familiares, el por qué lo hacíamos. Me acuerdo que la gran mayoría de personas les decían que sería sólo una moda y que no merecía la pena tanto esfuerzo. Lo más importante que aprendí es como explicaban que los pequeños cambios que una persona podía hacer en su entorno más cercano podían convertirse en acciones poderosas si se unían las fuerzas. Por suerte, en la actualidad la mayoría de las familias realizamos una selección selectiva de nuestros residuos a casa y nuestros puestos de trabajo.
Esta educación ambiental intento trasmitírsela a mis pequeños. Dicha educación no debe centrarse únicamente en que nuestros hijos realicen acciones para mejorar y conservar lo mejor posible su entorno inmediato, sino que debe tener un objetivo mucho más ambicioso; adquirir la responsabilidad de dejar un planeta bien conservado a las generaciones futuras. Hasta el momento los habitantes de este planeta no lo hemos hecho bien pero nunca es tarde para ponerse manos a la obra.
Desde bien pequeños hemos intentado que nuestros hijos vayan adquiriendo, en su día a día, acciones sencillas que contribuyan en el cuidado del medioambiente. Recuerdo cuando de bien pequeños cogíamos diferentes residuos y aprendían a seleccionarlos en el cubo de color que correspondía. Un juego bien sencillo y divertido que poco a poco les enseñó todos los tipos de residuos que existen y que hoy aún vamos aprendiendo a colocarlos en su depósito adecuado. Aún recuerdo la primera vez que visitaron el punto verde de nuestra ciudad. Ahora que han crecido son ellos los que controlan que toda la familia realicemos de forma correcta esta selección.
Sin duda el ejemplo es la mejor forma de aprender así que aprendimos a lavarnos los dientes y ducharnos apagando el grifo cuando nos fregábamos con la esponja o nos cepillábamos los dientes. Continuamos recordándolo de vez en cuando a alguno se nos olvida! También lo hacemos con el uso de las luces o los aparatos conectados a la corriente. Recuerdo como nos acompañaron a comprar bombillas de bajo consumo y a ponerlas por toda la casa.
En casa hace un par de cursos elaboramos una caja bien divertida donde vamos depositando aquellos materiales que ya no utilizamos y podemos reutilizar; rollos de papel del wáter, el cartón de los cereales, la hueveras de cartón o los briks de leche. Con ellos hacemos divertidos talleres que nos sirven para decorar las habitaciones, preparar regalos o construir juguetes divertidísimos. Nos encanta crear y nos damos cuenta que !nuestra imaginación es inagotable! Los Reyes magos del año pasado nos regalaron libros que nos han dado muchas ideas.
Cuando salimos de excursión siempre estamos atentos a dejar el bosque, la playa o los senderos tal como lo hemos encontrados y guardamos en una bolsa todos nuestros residuos para seleccionarlos cuando llegamos a casa. Además intentamos asistir a exposiciones o actividades familiares que nos ayuden a conocer la realidad de nuestro planeta y nos animen a seguir trabajando por su conservación.
Este año hemos incorporado dos nuevas acciones para continuar mejorando nuestro entorno. Siempre que podemos para ir a los entrenamientos y competiciones intentamos compartir el coche con otras familias con el objetivo que siempre vayan llenos. La promesa de este año es crear un huerto casero en casa que seguro se convertirá en una actividad familiar super divertida,¡además comeremos deliciosos tomates!
Y tú, ¿qué haces por el medio ambiente?
Reflexió per compartir! Merci
ResponEliminaGràcies!!
EliminaA mi también me han llamado la loca del reciclaje. Lo mío era de traca porque el reciclaje en mi familia surgió de mi, yo era la que "obligaba a mis padres a tener 3 cubos de basura :P
ResponEliminaSigo en ello, en no tener todas las luces encendidas, en no despilfarrar el agua, moverme en bici siempre que puedo o hacer pequeños gestos en mi comunidad.
Mi hija vive los viajes al cubo del reciclaje del papel y el vidrio como auténticas aventuras....espero que en ella el poso quede de forma más natural y fácil ;-)
Seguro que nuestro ejemplo hace que acabe siendo un hábito, el cuidado del de la tierra es responsabilidad de todos! Un abrazo
Elimina